En Villarrubia de Santiago empieza a oler a Fiestas.

Ya, en el mes de agosto, nuestro sentido del olfato se pone siempre en estado de alerta máxima. Estemos donde estemos, desde nuestras casas, lugar de trabajo o lugar de vacaciones, empieza a estar presente esa fuerte conexión entre olores, sentimientos, recuerdos que nos transportan a las fiestas de antaño.

¿Por qué están los olores tan profundamente conectados con nuestras emociones y con la nostalgia? La biología del encéfalo tiene mucho que decir. Al explorar la estructura cerebral, los investigadores han descubierto que la información olfativa (el olor) utiliza una ruta del encéfalo diferente a la de los demás sentidos. Otra información sensorial, como la del tacto y la vista, no pasa por el bulbo olfativo. Por ello, el olfato suele superar a otros sentidos a la hora de estimular sentimientos y recuerdos vívidos. 

Además, la sensación de retroceder en el tiempo se experimenta con mayor intensidad en los recuerdos desencadenados por el olor que en los evocados mediante palabras e imágenes. Lo más curioso es que, la mayor parte de los recuerdos desencadenados por el olor se remonta a nuestros primeros diez años de vida.

Personalmente, los recuerdos de las Fiestas me vienen a la memoria sobre todo por el influjo de algunos olores como a zurra, pólvora, la cercanía de las reses en encierros o corridas, esa mezcla de vino, cerveza y aperitivos en las terrazas, o ese deleite a patatas chulas y pimientos durante la romería de "la Bajada". Pero sencillamente, y de forma casi imperceptible, también existe y nos envuelve el fresco aroma a septiembre, mes en que nos abandona el verano y nos llegan temperaturas más agradables y esa distinta luz del sol.

Todos los olores nos transportan a otras épocas, a otros tiempos pasados y entrañables. Siempre los recordamos quizás mejor de lo que realmente fueron, pero no por ello los vas a dejar de querer. Dejemos que el olor de la suave brisa de la calidez de las personas, amigos, vecinos, las luces, música, risas, penetre en lo más hondo de nosotros y nos llenen de ilusión, las ilusiones que retornan en Fiestas.

Supongo que para divertirse también siempre hay que estar dispuesto a aportar algo, y lo tremendo es que cuando uno se acostumbra a algo bueno, luego no puede conformarse con medias tintas. Si eres de los que salen habitualmente y participas en las comparsas, carrozas, disfraces, peñas, engalanar calles, deportes o asistir a los distintos actos como procesiones, verbenas, encierros, fuegos artificiales, toros de fuego, retrete, retreta, no dejes de hacerlo, ya que cuando pase septiembre y, en cualquier otro lugar, cuando escuches unas primeras notas de música, y veas personas bailar, sentirás una gran añoranza y te preguntaras, cual fue la estúpida causa por la que no pudiste salir y disfrutar al máximo este año de las Fiestas en Villarrubia.

Por cierto, ya se están dando los últimos retoques para celebrar estas fiestas 2024, en honor a Nuestra Señora del Castellar. El próximo domingo 18 de agosto, tendrá lugar la entrega de los libros y el siguiente sábado 24 tendrá lugar el pregón y la coronación.

Pero además, las peñas, vecinos que quieran participar en el concurso de engalanar la calle o interesados en participar en el concurso de disfraces ya pueden inscribirse durante todo este mes de agosto.

Posteriormente, los operarios procederán a colocar los elementos lumínicos y los hierros de los encierros, que darán color y ambiente festivo a las calles de villarrubia en septiembre.

Brindemos por los muchos momentos entrañables e inolvidables que nos ha regalado el sentido del olfato en la vida. ¡Ojalá que las Fiestas Patronales 2024 estén repletas de buenos aromas! ¿Y por qué no crear incluso más?

¡¡ Salud para todos !!