Comprobar el resultado de las obras de sellado del vertedero de la localidad toledana de Villarrubia de Santiago era el objetivo de la visita que recientemente realizaba a este espacio el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, .

Una visita en la que el director general estuvo acompañado por el delegado de la Junta en Toledo, , el delegado provincial de Agricultura y , , el alcalde de Villarrubia de Santiago, , y varios concejales y concejalas de la corporación municipal.

De esta forma, pudieron comprobar el buen resultado de la intervención que se ha llevado a cabo en este emplazamiento que ha quedado completamente restaurado e integrado paisajísticamente en el entorno donde se sitúa y desde el que se pueden ver unas magníficas vistas de la localidad.

El director general recordaba que el sellado del vertedero municipal de Villarubia de Santiago se lleva a cabo a petición del Ayuntamiento como medida compensatoria a las tierras de préstamo que se utilizaron para la construcción del AVE de Levante, como territorio afectado por el trazado de dicha infraestructura.

El proyecto de restauración ha consistido en la clausura y sellado del antiguo vertedero de residuos incontrolado del municipio citado, situado en la zona “de los Yesares”, visible desde el pueblo.

Se ha hecho con el objeto por un lado, de eliminar este impacto paisajístico, de cumplir con el Real Decreto 1481/2000 de vertederos y, por otro, de implantar esa compensación ambiental a Villarrubia de Santiago por el impacto derivado de las obras del AVE.

La responsabilidad de llevarlo a cabo ha sido del promotor del proyecto del préstamo excavado para utilizar en las obras del AVE, que ha contado en todo momento con el compromiso y apoyo del Ayuntamiento de Villarrubia, propietario de los terrenos a restaurar y que hoy se erige como responsable del mantenimiento durante el periodo postclausura del vertedero, bajo supervisión de la Delegación Provincial de Agricultura y Medio .

Se ha regularizado la superficie del vertedero con una capa de arcillas para posteriormente ser impermeabilizada. Encima se ha instalado una capa para el drenaje de las aguas de lluvia y a continuación se ha cubierto toda la superficie con una capa de arcillas de 1 metro y 60 centímetros de tierra vegetal.

Se ha procedido a la gestión de la emisión de biogás (procedente de la fermentación de los residuos) y a la integración del vertedero ya sellado en el entorno.

Este último paso es clave para hacer de un territorio antes degradado, con la ayuda inicial de soluciones técnicas, un espacio apto para el uso y disfrute de los ciudadanos.