DIGAV, los 'ojos inteligentes' que recorrerán las vías férreas para evitar fallos en la circulación de los trenes



La seguridad ferroviaria es una de las cuestiones que siempre está en el punto de mira de los gestores de estas infraestructuras. Aunque las ciberamenazas se ciernen sobre unos sistemas cada vez más digitalizados y conectados, se sigue ejecutando un importante trabajo de campo para comprobar el buen estado de las vías por las que circulan trenes y otros activos. Una labor que los técnicos realizan por la noche, cuando se reduce la circulación.

Equipados con un foco, colocado en su cabeza para dejar las manos libres mientras iluminan el lugar por donde van, y con la pericia de su vista, llevan a cabo una inspección visual. Cuando localizan alguna anomalía, la apuntan en una tableta para registrar la información para que, a continuación, los equipos de mantenimiento actúen en consecuencia.


Héctor Sanz, experto de Gerencia de Mantenimiento de Ineco, se percató de que este sistema manual se podía mejorar si estos técnicos, además de contar con sus propias habilidades, disponían de una herramienta que supliera algunas de sus carencias. “Su altura les impide ver defectos en determinados puntos de vía o en aquellas zonas con un ángulo difícil”, pone como ejemplo durante un encuentro con D+I.

Para solventar estos y otros problemas, en 2019 empezó a darle vueltas a una idea: diseñar un carro de poca altura y con varias cámaras, que se desplazara por las vías y fuera capaz de registrar fallos y daños allí donde la vista de los técnicos no llega.

El equipo de Ineco que ha desarrollado Digav junto al prototipo ya validado.

En noviembre de 2019 presentaron el proyecto y a principios de 2020 empezaron a desarrollarlo en la base de mantenimiento de Alta Velocidad que tiene Adif en Villarrubia de Santiago, donde este medio ha podido comprobar cómo funciona un prototipo ya validado y patentado en Europa.


El Digav (Dispositivo de inspección gráfica de aparatos y vía, que es como se ha bautizado a este carro) cuenta con siete cámaras, que permiten registrar imágenes por debajo de los 15 centímetros de altura, y tres estereoscópicas situadas más arriba, para generar modelos 3D. Diferentes flashes iluminan la vía en todos sus ángulos y dos baterías le proporcionan una autonomía de hasta siete horas.

Esta versión, completamente operativa, está fabricada en aluminio, pesa solo 25 kilogramos y es modular: Está compuesto por dos piezas de reducidas dimensiones que caben en el maletero de un vehículo. La idea era que una sola persona fuera capaz de trasportarlo y manejarlo sin esfuerzo, por eso, tampoco es necesario calibrarlo. 

Digav (Dispositivo de inspección gráfica de aparatos y vía). 

En su recorrido, las diez cámaras captan las imágenes con las que recogen información tanto del estado de la vía como de sus defectos. Estas se almacenan en un disco duro que, una vez terminada la inspección, el técnico entrega en la base de mantenimiento para que los datos sean almacenados en servidores.

Todos estos datos son procesados con algoritmos basados en inteligencia artificial que detectan automáticamente desperfectos, como la falta de algún activo –por ejemplo, un tornillo–, si está en una posición correcta o hay soldaduras desgastadas.










Fuente: Noelia Hernández / Invertia- El Español - D+I

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