Detenido en Villarrubia acusado de engañar a menores con fines sexuales

Un hombre de unos 30 años de edad ha sido arrestado por engañar a chicas menores de edad en las redes sociales con el fin de obtener de ellas imágenes de naturaleza íntima. Él luego las distribuía en redes sociales de pornografía infantil, según han confirmado fuentes policiales. Además, embaucó a dos menores para que escaparán de sus casas y se reunieran con él , aunque estas fugas pudieron ser frustradas. La detención tuvo lugar en Villarrubia de Santiago, según ha podido confirmar este medio en fuentes conocedores de la operación.

El arresto tuvo lugar a comienzos de este mes. El sujeto fue detenido por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que han desarrollado esta operación de manera conjunta, en su propio lugar de trabajo, un taller. De allí fue llevado a su vivienda, para un registro en el que se halló infinidad de dispositivos informáticos con imágenes y vídeos pornográficos con menores. Tras esto, fue puesto a disposición judicial. Se ha decretado su ingreso en prisión a la espera de juicio, por los presuntos delitos de corrupción de menores, coacciones, amenazas e inducción de menores al abandono del domicilio.



Activo desde 2008.
Tras el arresto los agentes han podido comprobar que el detenido comenzó a desarrollar su actividad criminal en el año 2008 y que habría logrado engañar a un centenar menores, difundiendo posteriormente las imágenes de pornografía infantil obtenidas de estos tanto en España como en el extranjero.

Según informan ambos cuerpos policiales en una nota conjunta, la investigación comenzó tras la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil por los padres de una menor, de 11 años, que vivía en una población de la provincia de Málaga, por la desaparición de su hija sin previo aviso y sin dejar muestras de donde había ido. Una vez conocido este hecho, la rápida actuación de los agentes permitió frustrar la fuga de la menor. Posteriormente se hicieron comprobaciones sobre las circunstancias de la fuga y se pudo determinar que detrás de la misma había un inductor. Se trataba de un individuo con el que la menor mantenía contacto diario desde hacía tiempo a través de redes sociales y desde una aplicación de mensajería. Igualmente, se comprobó la existencia de conversaciones entre ambos de alto contenido sexual y el intercambio de imágenes pornográficas.

Después de identificar al presunto responsable, los agentes de la Guardia Civil comprobaron que esta persona también estaba siendo investigada por la Policía Nacional, que había recibido otra denuncia de una menor, también de 11 años, que vivía en Fuenlabrada (Madrid), por lo que ambos cuerpos policiales continuaron la operación de manera conjunta y coordinada.
La menor que pretendía fugarse aseguró que dicho individuo era su ‘ciber-novio’, que tenía 14 años y que vivía en Madrid con sus padres, como así lo corroboraban las imágenes que éste le enviaba y que se correspondían con un adolescente de esa edad. La niña estaba tan ‘enganchada’ de este sujeto, que a sus padres les resultó imposible inicialmente convencerla para que cesara el contacto, continuando esta la relación a escondidas.

Ante la sospecha de que la menor estuviera siendo engañada, los agentes llevaron a cabo diferentes actuaciones con el fin de averiguar quién era realmente la persona que estaba detrás del nick con el que contactaba la niña. Con toda la información recabada, se pudieron confirmar las sospechas iniciales, determinando que el supuesto adolescente de 14 años, era en realidad un individuo de 30 años, que residía en la provincia de Toledo.

El individuo creaba en distintas redes sociales perfiles falsos en los que simulaba ser un adolescente con gustos similares a los de las menores con las que mantenía contacto. Después las embaucaba durante varios días, hablando de aficiones e inquietudes en común. Cuando lograba empatizar con ellas, iba subiendo de tono sus conversaciones, solicitando finalmente imágenes íntimas bajo la falsa creencia por parte de las menores de que mantenían una relación sentimental de tipo virtual. Cuando las víctimas querían romper la relación y dejar de mandar imágenes, este individuo las coaccionaba y las amenazaba con hacer públicas a través de Internet las fotografías que ya tenía en su poder, exigiendo que le enviaran otras nuevas más vejatorias.

Fuente:latribunadetoledo.es

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