LA CUEVA DE LA YEDRA II - NUEVAS TEORÍAS SOBRE SU FUNCIÓN Y USO.







La casa en cuestión está situada en la Plaza de la Libertad del citado pueblo, a pocos metros de la iglesia. Si nos fijamos en la decoración de su fachada nos daremos cuenta de las primeras pistas: veremos un triángulo en el que se insertan un círculo dentro de un rombo, se podría explicar como la representación del Delta Luminoso, el ojo del Gran Arquitecto. El rombo en el que se encierra el ojo de Dios, es la suma de dos triángulos (el fuego y el agua), que son tres lados cada uno, 3 + 3, los dos triángulos superpuestos forman el hexagrama, muy importante en el esoterismo; dibujar directamente dicho símbolo me parece muy arriesgado y llamativo en la época de construcción. Dichos triángulos junto con el gran triángulo sumarían 3. Dejemos esto aquí.

Bajo el triángulo tenemos dos columnas, llamadas Yachín (a la derecha) y Boaz (a la izquierda), que según la tradición fueron descubiertas o descifradas por Hermes y Pitágoras, los dos patronos de la Masonería. Todo masón debe pasar entre ellas en los sitios así establecidos para el culto. Bien, la entrada original de la casa está tapiada actualmente bajo ellas. El número 3 es número sagrado de la masonería, y así se nos viene mostrado como “mero ornamento” bajo las ventanas de los triángulos, 3+3 – 3+3 – 3+3, son tres puntos colocados en la parte superior de las tres ventanas inferiores. Todas estas cifras suman 12, los signos del zodiaco y las tribus de Israel, también de interés en el tema tratado.

La casa está formada a 3 niveles como lo estaba el Templo de Salomón o el Arca de Noé, la Cueva de la Yedra está actualmente bajo la casa de color azul, que según su disposición, solapada con la de los triángulos se puede pensar que formaron una sola vivienda antaño. La azul tiene dos niveles, el tercero sería la misma cueva.

Para formar una Logia se necesitan al menos tres maestros masones, y 33 son los escalones que un masón ha de superar para llegar a su máximo rango.

Segunda clave: LA CUEVA DE LA YEDRA

La cosa ahora se complica sobremanera, andaremos a ciegas y seguramente nos confundamos en mucho, pero daremos pistas por si alguien con más conocimientos termina de entenderla.

Dentro de los antiguos templos iniciáticos se tenía que pasar a través de tres aposentos: el negro, el azul y el rojo para el fin de conocer las cualidades del posible candidato: el valor, la bondad y la energía.

La Cueva de la Yedra está dividida en tres aposentos y dos antecámaras:

1.Nada más salir de las escaleras que bajan de la casa tenemos una primera estancia, nos fijamos que estamos ante un templo subterráneo, un camino hacia las entrañas de la tierra, hacia el gran útero de la madre. Este primer habitáculo no tiene nada, el cual podría recibir al iniciado a oscuras, un lugar donde desnudarse en cuerpo y alma y seguir el camino. Ante nosotros unas escaleras a 6 niveles (3+3).

Antecámara 1: estamos en ella tras superar las escaleras. ¿Es una cámara preparatoria para el siguiente aposento?

2.En la segunda estancia tenemos a ambos lados dos columnas que forman tres arcos. Detrás de los arcos tenemos marcas que parecen indicar posible utilización de tinajas. No sabemos lo que contendrían: vino… o agua. El agua es azul, y la línea que figuran los arcos parecen las de un oleaje. Recordemos que en la antigüedad ya se representaba así a la gran madre, véase las pinturas rupestres de la Cueva de los Letreros (Vélez Blanco, Almería). No pasamos por alto el número de arcos: 3 + 3.



El culto a la Gran Madre según la tradición se desarrollaba en lugares subterráneos (el Gran Útero de la Tierra), en 3 estancias y mediante tres pruebas en cada uno. Solo así (3×3=9) se “regresaba” (recordemos los 9 meses de embarazo) al comienzo, a la nueva vida.



Antecámara 2: ¿cámara preparatoria para el siguiente aposento?

3. Al final tenemos el que parece ser el sancta sanctorum de la cueva: la estancia de las columnas. un total de 10 columnas dispuestas de una forma no simétrica, pero que parecen agrupadas de una forma: 1 – 2 – 3 – 4.

La estancia igualmente, y ya me lo han comentado varias personas, podría estar pigmentada de color rojo, más de lo que se pueda pensar de esa tierra-rubia que da nombre a este pueblo. Veremos lo que indican futuros análisis.



Cuatro grupos de columnas (la cuarta letra del abecedario griego es la Delta), diez columnas formando cuatro grupos, como la imagen de la Santa Tretraktys. Un punto en contra que tiene esta hipótesis es que en la representación de la Tetraktys éstas se disponen en posición triangular y en nuestra cueva no.

Son los seguidores de Pitágoras, los que hacían su juramento de respetar y guardar sus conocimientos, pronunciando en nombre de su maestro pero sin nombrarlo de la siguiente forma: por quién trasmitió a nuestra alma la Tetraktys.

Todo el rito de iniciación, y no sólo el de iniciación, sino cualquier tenida, es en realidad una representación de la vida misma, puesto que uno viaja y se traslada de Oriente a Occidente y de Mediodía a Septentrión. Por ello la Logia es una representación del mundo y uno encuentra su orden y su ubicación, su destino, en ese mundo, en el cosmos, en la vida, pues decir cosmos, decir mundo o decir vida es exactamente lo mismo. Bien, pues la posición de las columnas en la Cueva de la Yedra siguen ese mismo viaje anteriormente descrito.

Las columnas de la cueva y la cueva en sí parecen totalmente desnudas, como lo debe estar el iniciado, debe desprenderse de todo lo que recuerde al mundo terrenal para renacer como nuevo hombre. Además las columnas parecen cálices, el simbolismo de la copa también hace referencia a ello, entrar a iniciarse vacío de conocimiento, humilde y predispuesto a la enseñanza, y beber de esa nueva copa que se nos tiende repleta de conocimientos.

Hace poco nos hemos dado cuenta de que en los capiteles parece estar grabados unos círculos o líneas ondulantes ¿representación de líquido? , habrá que verlo y estudiarlo mejor.

La cueva en conjunto, no sé si por casualidad, tiene las 3 estancias que han de tener todo templo iniciático de la antigüedad, además de forma sorprendente se puede encajar sobre ella el dibujo del árbol de la vida.

El Árbol de la Vida se representa en el conocido Árbol Sefirótico. El mismo se compone de diez emanaciones espirituales por parte de Dios, a través de las cuales dio origen a todo lo existente. Estas diez emanaciones, para formar el Árbol de la Vida, se intercomunican con las 22 letras del alfabeto hebreo.

El árbol de la vida

Plano de la Cueva de la Yedra

LA PLANTA DEL TEMPLO Tiene forma de cerradura, una forma de representar conocimiento hermético vetado a no iniciados. Otros templos lo tienen en forma de llave (de conocimiento), véase la planta del monasterio de Batalha en Portugal. Igualmente tiene similitud con numerosos templos antiguos, rectangular con los tres recintos sagrados, pero también con la figura del dolmen y con una estructura griega llamada Tholos, debido a las columnas de su supuesto sancta sanctorum. Bien, hablaremos en futuras líneas de su posible relación con la Virgen del Castellar – Perséphone – Cultos Eulíseos.

LA RUEDA

El elemento del pilar-rotonda central es muy curioso, pues otras construcciones religiosas no muy ortodoxas lo tienen, puede que no en forma de columna pero que cumpla la misma función, un elemento central alrededor del cual el buscador de trascendencia inicia su camino en un rito con trayecto circular no muy bien conocido. Una posible explicación es que dicha rotonda central y el rito alrededor de la misma representen el simbolismo mistérico de la rueda. La Rueda constituye un símbolo como señal del movimiento eterno del cosmos, el cual gira de forma incesante en torno a un centro inmóvil e inalterable.

Véase los ejemplos en antropología como los musulmanes en La Meca, los indios danzando en círculo o los cristianos en el baile de los cordones en muchas de nuestras romerías. Igualmente en numerosas construcciones: sala tabicada en Santa Mª de Wamba (Valladolid), donde ha llegado hasta nuestros días una columna central muy desgastada de tanto ser utilizada; y ritos circulares alrededor del templo como en la Cueva de la Luna de Titulcia (Madrid) o la ermita de Eunate (Navarra) en pleno Camino de Santiago.



Tercera clave: LA VIRGEN DEL CASTELLAR

Fijémonos bien en la virgen, que no nos engañe su primera visión. Se trata de una talla de apariencia tardorrománica, la cual lleva una granada en su mano derecha.

La granada se nos aparece en los evangelios, pues los enviados por Moisés a la tierra prometida llevan una granada como prueba de fertilidad (Núm 13,23); el Templo de Salomón y el cetro sacerdotal del mismo estaban decorados con este fruto, y así un largo etc.

Además es una señal de poder, como lo demuestra Maximiliano I sujetándola en su mano en un cuadro de Durero de 1519. Señalar que otras vírgenes como Santa María de Melque (relacionada con la Mesa de Salomón), y Santa Mª de Iguacel (relacionada con el Grial) también la portaban. Para finalizar decir que la granada también es símbolo sagrado de la masonería.

El Castellar es un enclave sagrado desde épocas ancestrales, eso nos lo dice los grandes hallazgos arqueológicos hallados bajo el santuario y los alrededores. La ermita también consta de sala subterránea y cuevas de eremitas excavadas en el macizo, totalmente inaccesibles. Las aguas y sales de su mole también han sido consideradas medicinales desde siempre, y desde las alturas se dominan enclaves donde se ha buscado la famosa Cueva de Sopeña.

¿Puede haber paralelismo entre el posible culto oficiado a la Gran Madre en la Cueva de la Yedra y en el Santuario del Castellar?

Veamos, la festividad del Castellar se celebra con una alegre romería a principios de Septiembre, la llamada Bajada de la Virgen a finales del mismo mes. En la antigua Grecia, en esa misma época se celebraban los llamados Cultos Euliseos, dedicados a la diosa madre de la agricultura Perséphone, quién fue retenida por Hades gracias a que la diosa comió de una granada. Es una diosa a la cual se le debe rendir culto en los subterráneos por dos razones por ser Gran Madre y Diosa del Inframundo. El paralelismo entre los cultos Euliseos – Romería del Castellar y su ermita (con sala subterránea) – Cueva de la Yedra parecen razonablemente evidentes.

Cuarta clave : ¿COINCIDENCIAS?

- Trabajos de Juan de Herrera en la zona de influencia.

- Ubicación de la Cueva de Sopeña en tierras de Villarrubia de Santiago según legajos de la Inquisición.

- Topónimos sagrados de Tierra Santa en los alrededores como son: Valle del Cedrón y Megido.

- Fuerte presencia de la Inquisición en Ocaña.

- Caso contra los judíos en el tema del Santo Niño de La Guardia.

- Historias de ¿sociedades secretas? en Santa Cruz de la Zarza durante la I y II Repúblicas en casos tan alucinantes como el de La Lengua dentro del Frasco de Formol y la Cueva de los Palomo.

¿Son coincidencias o es todo un “continuum” en el tiempo?

CONCLUSIÓN

Todo lo anteriormente descrito es una “locura”, no debe tratarse como algo inamovible, son hipótesis encajadas a machacamartillo que pueden llegar a contradecirse entre sí, pero con una base muy real. El objetivo de este artículo es encender la curiosidad de los lectores para aclarar entre todos la verdadera función de esta increíble cueva. Lo realmente cierto es que hoy en día no sabemos a ciencia cierta quién la construyó, cuando y para qué servía. Ojalá que lleguemos a saberlo dentro de poco. Trabajaremos juntos para ello.

Fuentes:
http://iberiarcana.com/this-is-a-standard-post/
http://otraiberia.wordpress.com/2014/06/11/la-cueva-de-la-yedra-ii-villarrubia-de-santiago-toledo-nuevas-teorias-sobre-su-funcion-y-uso/

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