Desviado el tráfico de la CM-322 de Villarrubia de Santiago (Toledo) por una grieta en la carretera

La grieta que ha provocado el cierre al tráfico de la carretera CM-322, que comunica Villarrubia de Santiago con la localidad madrileña presenta unas dimensiones considerables. No sólo afecta a los tres carriles (uno de bajada y dos de subida) en el inicio de la cuesta en la que se ha detectado, sino que afecta a terrenos colindantes en un recorrido de más de 400 metros, según le han trasladado geólogos que la han estudiado al alcalde villarrubiero, José Antonio Guerra. Mientras, a la hipótesis de que este agrietamiento ha sido provocado por el mal estado de una galería subterránea en desuso de la mina de sulfatos de Villarrubia se ha sumado la de que obedezca a un corrimiento de tierras, que explicaría su anormal longitud. La vía ofrece un aceptable estado de conservación, pero la raja surgida en ella presenta en algunos puntos la anchura suficiente para que entre dentro de ella uno de los conos de advertencia que la rodean. La grieta, situada a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Villarrubia, no sólo afecta a la carretera actual sino a la antigua que va paralela a ella en su margen derecho, en dirección a Colmenar de Oreja. Por ambos lados continúa por las fincas de labor, en una imagen más parecida a la falla provocada por un terremoto que al socavón de un hundimiento subterráneo. «Esta mañana el geólogo me decía que es fácil que no se debiera a eso -explicaba el regidor sobre la teoría del mal estado de una galería- pero, exactamente, no se sabe». Guerra añadía que mientras no se sepan las causas del agrietamiento, no se podrá actuar en su reparación. Lógicamente, ayer se entró en el segundo día de corte de la carretera al tráfico rodado. Las vallas y señales colocadas por los operarios de carreteras avisan del cierre de la vía desde las distintas salidas de Villarrubia hacia el Norte. La carretera sólo es transitada por algunos agricultores, que se ven obligados a usarla para llegar a sus fincas, o trabajadores de la cercana mina. Aún así, este tráfico no suele cruzar la zona de la grieta, y es que su sola visión desaconseja pasar sobre ella. Mientras, los conductores que usaban la CM-322 para llegar a sus empleos en fábricas cercanas a Colmenar de Oreja, como la Cuétara de Villarejo de Salvanés, tienen que hacer un rodeo que prácticamente triplica el recorrido de la carretera afectada, de unos 20 kilómetros. Este desvío consiste en ir hacia el Este por la carretera N-400 y por la autovía A-40 hasta Ocaña, para allí tomar la autovía A-4 hacia Aranjuez. Desde allí se coge la carretera madrileña M-305 hacia Chinchón y luego la M-311 hacia Colmenar de Oreja. En total, unos 60 kilómetros.

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