El niño que nació en un barrio obrero en Bogotá a mediados de los años sesenta, se hizo novillero de la mano de su padre.
El soñador Gonzalo Rincón, se formó torero en La Santamaría, donde tomó alternativa con Antoñete y Manzanares y toros de Vistahermosa.
Viajó a España y un 21 de mayo de 1991 salió en hombros por la mítica Puerta Grande de Las Ventas (serían 4 consecutivas ese año y seis en total).
Padre de dos hijos y esposo de una española que ha sido su compañera de vida, Natalia Lorente, es en la actualidad ganadero, toreando muy poco, y en privado, en el tentadero.
Este próximo 31 de mayo, en Villarrubia de Santiago, se le tributará el homenaje al maestro Julio César Rincón Ramírez justamente por la huella que deja en el toreo, un iberoamericano universal.
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